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Los fabricantes de autos eléctricos cada día aumentan su producción y no se trata solo de vehículos de paseo, los de carga para tareas comerciales aparecen con fuerza en el mercado. Hace unos pocos días, Tesla anunció que producirá algunos modelos para empresas californianas y lo mismo hará Volvo en Alemania.
Sin embargo, el caso de China, en cuanto a los camiones eléctricos, es distinto al resto de los países. Los estudios realizados por diversas firmas sostienen que un 3,4% de los vehículos de carga funcionan con baterías y se espera que la tendencia aumente en los próximos meses. Junto a ello, se ha instalado una gran cantidad de estaciones de servicio que contribuyen a la masificación de los transportes libres de emisiones de carbono.
La demanda de camiones eléctricos podría desplomar el mercado petrolero
Algunas fuentes sostienen que el auge de los camiones eléctricos afectará el mercado petrolero global, esto debido a que uno de los principales usos que se le da es para la producción de combustible, el cual es utilizado por millones de vehículos en todo el mundo. El compromiso que tienen muchos países para disminuir las emisiones de dióxido de carbono, llevará a que en algún momento los coches que queman gasolina o diesel sean prohibidos.
Cada semana China produce 8,500 camiones de transporte eléctricos
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En Europa varias ciudades están usando camiones que usan hidrógeno
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La transición energética es más eficiente en el transporte, al ser intensivo en combustible ⛽️ https://t.co/WYYiZLoqin— Carlos López Jones (@Carloslopezjone) June 14, 2021
Las proyecciones sugieren que el control mayor de este tipo de transportes se verá para el año 2030, aunque muchas empresas productoras de petróleo se niegan a esa realidad y aseguran que no ocurrirá. La situación en 2022 es que los autos híbridos apenas representan un 1% del mercado y los costos de venta al público son muy elevados, principalmente por los acumuladores que utilizan.
En el caso de los camiones eléctricos en China, es común ver un buen número en las carreteras de las grandes ciudades, con un diseño moderno y vanguardista. Su desarrollo irá de la mano con los avances que se realicen en la fabricación de baterías y que estas estén disponibles en una gran cantidad de centros de servicio. Hace apenas dos años, no había ningún remolcador con características eléctricas y hoy representan un 3,4%, y para el año 2024 habrá una nueva generación en la que trabajan distintas marcas reconocidas.
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Según la BNEF, la mayor demanda de petróleo se da por el uso del combustible de los coches, pero su punto más elevado para el tema de transporte de carga y de pasajeros llegará en 2027. Sin embargo, si los aparatos eléctricos siguen tomando el control, la fecha podría adelantarse en el tiempo.
¿De verdad corre peligro la industria petrolera por los coches eléctricos?
Aunque la transición entre los vehículos eléctricos y los que se mueven con combustibles fósiles ocurre más rápido de lo que muchos podrían pensar, las metas de emisiones cero para el 2050 no son fáciles de alcanzar y todavía es probable que existan una gran cantidad de autos que requieran del uso de gasolina o diesel para mantenerse en funcionamiento. Así que el tema no preocupa en exceso a las empresas petroleras, porque pasarán décadas antes que copen la totalidad del mercado.
Pero, además de eso, hay un amplio mercado de productos derivados del petróleo que no depende de forma exclusiva del combustible. Existe una línea de artículos que incluyen aceites, lubricantes, gases, kerosene, gasoil, gasolina de aviación, combustibles pesados, asfalto, fertilizantes, plaguicidas, tela sintética, plásticos, detergentes, pinturas, fármacos y productos sanitarios, entre muchos otros.
El mundo consume más diesel que gasolina.
Cada barril de petróleo crudo refinado produce el doble de gasolina que diesel.
Se necesitan 5 barriles de crudo para obtener 1 barril de diesel. Pero esos 5 barriles generan 2.4 barriles de gasolina.
Tenemos un serio problema. https://t.co/Qkn90wPBOD
— Edgar Ocampo Téllez (@EdgarOcampoTll1) October 25, 2022
Aunque es cierto que muchas de esas cosas se podrían conseguir de otra forma, los procesos serían más costosos. Según la OPEP, cada día se comercializan 94,5 millones de barriles de petróleo, de los cuales la mitad se utiliza para fabricar productos secundarios. Las refinerías se encargan de una parte del trabajo y es así como los derivados pasan a ser de uso cotidiano.
En la primera mitad de 2022, Estados Unidos exportó alrededor de 6 millones de barriles diarios de productos que se derivan del petróleo. Los mayores volúmenes fueron de líquidos de gas de hidrocarburo y fueloil. Gran parte del aumento se debe a las situación entre Rusia y Ucrania, lo que ha llevado a que la demanda de los países europeos sea mayor, aunque los asiáticos estuvieron por detrás en cuanto a solicitudes.
El precio de los productos es diferente y va de acuerdo a la utilidad y el procesamiento previo que se realice. Para muchos países, la venta de estos artículos representa un ingreso adicional, lo que permite el fortalecimiento de la economía. Además se traduce en mayores recaudaciones de impuestos y ganancias para las empresas que los elaboran, las cuales en la mayoría de los casos son socias de los gobiernos.